Algunas rscj de gran relieve

Algunas rscj de gran relieve

Santa Magdalena Sofía: una mujer de Fuego

Nacida en 1779 en la pequeña ciudad de Joigny, Borgoña, Francia, en una familia de toneleros artesanos, sintió desde muy joven la llamada a una vida religiosa y pensó ser carmelita. Marcada por la revolución francesa (1789-1799), deseó unirse a la vida contemplativa y a recristianizar la sociedad de su tiempo.

Siguiendo los consejos del jesuita José Varin, decidió consagrase a la educación de chicas jóvenes, lo que consideró el mejor medio para expandir el amor del Corazón de Jesús en el mundo.

El 21 de noviembre de 1800, con veinte años, hizo sus primeros votos en París con otras tres compañeras. Un año más tarde, se instaló en Amiens, donde fundó el primer colegio del Sagrado corazón.

Sólidamente unida a Jesús por la oración, demostró una energía enorme a pesar de su frágil salud, multiplicando desplazamientos y correspondencias (más de catorce mil cartas) para preservar la unidad de la Sociedad.

Toda su vida fue consciente de la necesidad de adaptarse a la evolución del mundo. «Los tiempos cambian y nosotras también debemos modificar nuestra visión», escribió a Filipina Duchesne en 1831.

Murió el 25 de mayo de 1865, en la casa madre del Bd de los Inválidos en París.


Un video, creado por la provincia de BFN (Belgique France Nederland) y el Centro Sofía Barat en Joigny por Quentin Pouteau narra bellamente la historia de Magdalena Sofía  y la fundación de nuestra Sociedad.

Santa Filipina Duchesne: «la mujer que siempre rezaba»

Nacida en 1769 en una familia de notables de Grenoble, Filipina Duchesne sintió desde muy joven una llamada para las misiones lejanas, que no ve cómo desarrollar en el Orden de la Visitación en el que había entrado. La Revolución dispersó a su comunidad, compró el antiguo monasterio, en el que acogió a la madre Barat en 1804, y decidió ser religiosa del Sagrado corazón.

En 1818, el obispo de Luisiana pidió a la madre Barat enviar algunas religiosas a los Estados Unidos. Filipina se embarcó rumbo a Nueva Orleans con cuatro compañeras.

A pesar de importantes dificultades, la pequeña comunidad se instaló en San Carlos, donde abrió rápidamente un primer colegio. La madre Duchesne mostró una actividad y una dedicación poco comunes. En 1841 pudo por fin ver realizado su sueño de ir a vivir con los Potawatomi, donde, debido a su avanzada edad, se convirtió en lo que los indios llamaron «la mujer que siempre reza».

Falleció en San Carlos en 1852 y fue canonizada en 1988.

Madre Janet Erskine Stuart: una búsqueda incansable de Dios

Nacida el 11 de noviembre de 1857 en Cottesmore, Inglaterra, Janet Stuart fue la benjamina de trece hijos de un rector anglicano. Dotada desde su juventud con un fuerte intelecto, hablaba varias lenguas, estuvo aterrorizada por su muerte desde la edad de 13 años. Esta búsqueda de sentido le llevó a convertirse a catolicismo a los 21 años.

Entró al Sagrado corazón de Roehampton en 1882, fue elegida Superiora general del Sagrado corazón en 1911, y pasó los tres primeros años de su mandato visitando los conventos de la Sociedad en el mundo.

Murió el 21 de octubre 1914 en Angleterre, donde volvió para ser tratada de una grave enfermedad.

Sor Josefa Menéndez: al servicio del Amor

Nacida en 1890 en el seno de una familia muy devota, decidió a los once años «entregarse entera a Dios”. Como consecuencia de un grave accidente de su padre, la familia cayó en la miseria y Josefa ayudó a su familia trabajando como costurera. Tras la muerte de su padre en 1912, los ruegos de su madre le hicieron desistir de entrar al convento, como era su deseo.

El 4 de febrero de 1920, a los 30 años, se fue de España, entrando al noviciado de Poitiers. Con escasos conocimientos de francés, pero animada por el amor a Jesús, inteligente, activa y generosa, ya tenía una vida profunda, madurada por la experiencia.

Hasta su muerte el 29 de diciembre de 1923, vivió cuatro años en Feuillants con tareas que la hacían pasar desapercibida: limpieza, costura, sacristía… Aunque en realidad el Señor se le manifestó de manera diaria para pedirle ser portadora de un nuevo mensaje de amor y de misericordia para el mundo.