Espiritualidad

Su espiritualidad

Las rscj tienen un doble rol: estar unidas en el corazón de Cristo y entregadas al mundo. Su vida apostólica, tiene sus raíces en la contemplación del corazón de Jesús, y está inspirada en la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, para quien no es posible concebir una relación con Dios sin tener un compromiso al servicio de la comunidad humana.

Esta contemplación requiere silencio e interioridad y les lleva a amar como él, les conduce a encontrar un camino de educación que permita a cada uno:

  • desarrollar sus potenciales,
  • sobrepasarse,
  • oír los gritos del mundo,
  • comprometerse con otros en la transformación del mundo.

Les pide vivir en la unidad, que es «su seña de identidad…y autentifica la verdad de su vida apostólica» (Estatutos, § 329). Reunidas en comunidades, las rscj se deben a actuar como un solo cuerpo en el seno de su congregación, siguiendo fielmente su divisa «Cor unum et anima una in corde Jesu» (Un solo corazón y una única alma en el corazón de Jesús). Una divisa que la fundadora pidió a sus hermanas que inscribieran en la cruz que llevaban sobre el corazón.

Y, finalmente, la devoción a la virgen María ocupa un gran lugar en la tradición espiritual del Sagrado corazón. Desde el principio, Santa Magdalena Sofía asoció el corazón de María, también atravesado por una espada, al de su Hijo. Y Mater Admirabilis, pintada en 1844 por la joven postulanta Pauline Perdrau, en el claustro de Trinitá del Monte en Roma, es la patrona de todos los colegios del Sagrado corazón del mundo, y son numerosas las que la celebran el 20 de octubre.

Una espiritualidad fundada en la contemplación del corazón herido de Cristo que impulsa a actuar
Una común devoción a María protectora de todos los Sagrado Corazón en el mundo