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NOTA PARA LA FIESTA DE FILIPINA Y 21 DE NOVIEMBRE

NOTA PARA LA FIESTA DE FILIPINA Y 21 DE NOVIEMBRE

Con su autorización, publicamos la carta que la hermana Bárbara Dawson acaba de enviar, con motivo de la fiesta de Filipina Duchesne y el aniversario de los primeros votos de Sofía Barat el 21 de noviembre de 1800 en París, en el que evoca la difícil situación de las rscj en algunos países. Recemos por ellas.

Queridas hermanas,

Mientras nos preparamos para celebrar la fiesta de nuestra hermana Filipina, y el día en que Sofía y sus compañeras tomaron votos como religiosas por primera vez, recemos por nuestro mundo bendecido y roto, especialmente por la creciente tensión en América Latina, en Chile y Bolivia, así como por el continuo conflicto en Haití. Hemos tenido noticias de nuestra hermanas en Chile y Haití y todas están a salvo en este momento. Tanto en Chile como en Haití la mayor parte de las comunidades se están quedando en casa. Tenemos noticias del noviciado interprovincial de Chile, donde tenemos novicias de España y México, así como hermanas de Puerto Rico, España y Chile. Edith Opazo, la provincial de Chile, escribió: “las cosas son muy complicadas y parece que no hay salida. No sabemos en qué va a terminar esto. La represión es horrible y la violencia no parece terminar. Gracias por tenernos en sus oraciones”. Nuestras hermanas en Haití también nos han informado que la tensión en el país continúa. Nuestra hermana, Matilde (ESP) está en Puerto Príncipe alojada con los Jesuitas porque no puede regresar a Balan mientras que Valle de España, Bibiane del Congo, Josefa de Puerto Rico y Marta de Chile, están en casa en Balan. Ni la escuela ni la clínica funcionan y las carreteras son bastante peligrosas. El Equipo Central y la comunidad de Haití decidieron juntas posponer nuestra visita a Haití por la seguridad de todas. Nos reuniremos con ellas por videoconferencia desde Puerto Rico. Recemos a Sofía y a Filipina, mujeres que respondieron a la llamada de Dios en medio de la revolución, para que también nosotras seamos mujeres de valentía y confianza, dondequiera que estemos, entrando plenamente en la realidad de cada día y de cada persona que encontremos en nuestro camino. Pongamos en estos días a Chile y Haití en el corazón de Jesús y a todos aquellos lugares y situaciones donde la gente está sufriendo y está necesitada. Con mucho cariño y oración,

Barbara, rscj